El l6 de agosto 1945 a las 8:00 de Truman, el Presidente de los Estados Unidos, ordenó a lanzar la primera bomba atómica sobre Hiroshima. El 9 de agosto de 1945 la segunda bomba atómica fue lanzada sobre Nagasaki. En segundos las dos ciudades fueron arrasadas con el suelo y miles de personas murieron instantáneamente. En los días siguientes se siguen muriendo los que fueron más lejos de la explosión y el centro de los pocos sobrevivientes todavía sufren las consecuencias de la radiación, que se transmiten a las generaciones después del evento. A los pocos días después de la entrega del Imperio japonés, que marca el final de la Segunda Guerra Mundial. Los autores de la masacre han afirmado para justificar la repetición de que era necesario para forzar la rendición del enemigo para evitar el peor de los males, pero la realidad es esta monstruosidad que ha creado un peligro mucho mayor, ya que la capacidad nuclear que dio la vida y creció se multiplica hasta amenazan la existencia de la humanidad. Los EE.UU. trató de mantener la exclusiva nucleares a fin de que nadie posee la capacidad de destrucción. Sin embargo en 1949 la Unión Soviética explotó su bomba nuclear. A partir de ese momento el Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán y Corea del Norte han desarrollado arsenal nuclear. También hay sospechas de que Israel no ha negado estas armas de destrucción en masa. Hoy en día alrededor de 30.000 ojivas nucleares que amenazan el mundo. Si bien es alentador ver que los representantes de los Estados Unidos y Rusia han vuelto a poner la cuestión del desarme nuclear sobre la mesa de negociaciones, no podemos olvidar que vivimos en una época de alto riesgo. A los intereses de las potencias nucleares irresponsabilidad y la locura de los grupos violentos con posible acceso a materiales nucleares pequeños, hay que añadir el riesgo de un accidente que podría haber un conflicto devastador de ruptura. Para evitar que se repitan catástrofe nuclear en el futuro debemos actuar hoy. E 'para crear conciencia de la necesidad de la relajación y la cooperación entre los pueblos. Aunar esfuerzos en la Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia, exigiendo a los que decidir: el desarme nuclear total en todo el mundo la retirada inmediata de las tropas invasoras de los territorios ocupados la reducción progresiva y proporcional en el rango convencional la firma de tratados de no agresión entre los países, y la renuncia por parte de los gobiernos a utilizar la guerra como medio de resolución de conflictos. La Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia es una llamada dirigida a la conciencia de cada uno de nosotros, es la voz que todos debemos hacer juntos, es una de las buenas costumbres y que es lo que debemos hacer en estos momentos difíciles que estamos viviendo. El horror de Hiroshima y Nagasaki, no estaba allí en la historia. Las imágenes de sufrimiento y la muerte siguen siendo absurdo vive en nuestra conciencia, pero al mismo tiempo nutrir nuestra profunda aspiración de un mundo en el que esas atrocidades nunca será posible. Hoy recordamos al pueblo de Hiroshima y Nagasaki, a fin de dar dignidad a su memoria y para fortalecer un movimiento global y abierto diferentes, rechazando cualquier forma de violencia y dijo que el ser humano como un valor máximo.
Rafael de la Rubia Marcia
coordinador para la Paz Mundial y la no-violencia.
Edison Burbano Urbano
Marcha Mundial Cauca