Humanizarnos
Nuestro mundo de relaciones es diverso y complejo, el encuentro entre dos seres debería ser una ecuación única e irrepetible, ya que convergen en ese contacto, historias, paisajes, creencias, miedos y esperanzas, similares o diferentes, lo que daría como resultado, cada vez, una experiencia particular. Descubrir en el otro, lo común a ambos, a pesar de ser distintos, establecería un punto de unión mas profundo, mas cercano a lo que esencialmente somos.
Es nuestra propia mirada, la que a todo, le encuentra significado, si solo atiende a lo externo, a lo aparente; vera lo nos diferencia, por simple contraste, pero si traspasara aquella superficialidad, advertiría una gran parte de si, en todos sus semejantes. Comunicándonos en ese nivel, llegamos al espacio donde puede producirse un relación verdadera, mas allá del mero hecho cultural de socializar,se elevaría nuestra capacidad intelectiva a una empatia, que nos permite intuir algo que se revela como sagrado, un abismo que nos une, trasgrediendo los limites que habitualmente permanecen infranqueables.
Aquello que vemos, es en gran parte reflejo de lo que somos, como podré entonces hallar fuera de mi, lo que interiormente no poseo.
Si cosifico al otro y solo advierto en el, lo funcional que podrá ser a mis propósitos, es porque antes eso lo he hecho conmigo, y ese es mi modo de relación con los demás.
Si me resulta difícil ver lo humano en el otro, es por las propias resistencias de sentirme como tal, ya que atenta contra la imagen construida y todas sus capas de personalidad.
Si humanizarnos es un proceso que nos comprende a todos, sin excepciones, lo mas coherente seria comenzar por nosotros mismos.
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