EL CAMINO
Si crees que tu vida termina con la muerte, lo que piensas, sientes y haces no tiene sentido. Todo concluye en la incoherencia, en la desintegración.
Si crees que tu vida no termina con la muerte, debe coincidir lo que piensas con lo que sientes y con lo que haces. Todo debe avanzar hacia la coherencia, hacia la unidad.
Si eres indiferente al dolor y el sufrimiento de los demás, toda ayuda que pidas no encontrará justificación.
Si no eres indiferente al dolor y sufrimiento de los demás, debes hacer que coincida lo que sientes con lo que pienses y hagas para ayudar a otros.
Aprende a tratar a los demás del modo en que quieres ser tratado.
Aprende a superar el dolor y el sufrimiento en ti, en tu prójimo y en la sociedad humana.
Aprende a resistir la violencia que hay en ti y fuera de ti.
Aprende a reconocer los signos de lo sagrado en ti y fuera de ti.
No dejes pasar tu vida sin preguntarte: “¿quién soy?”.
No dejes pasar tu vida sin preguntarte: “¿hacia donde voy?”. No dejes pasar un día sin responderte quién eres.
No dejes pasar un día sin responderte hacia donde vas.
No dejes pasar una gran alegría sin agradecer en tu interior.
No dejes pasar una gran tristeza sin reclamar en tu interior aquella alegría que quedó guardada.
No imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en la Tierra y en los infinitos mundos.
No imagines que estás encadenado a este tiempo y a este espacio.
No imagines que en tu muerte se eterniza la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario